Después de un periodo de viajes y ajetreos, retomo la difusión de recetas a go-gó.
Quiero dedicar esta receta a mi buena amiga Anna Maria, que me ha visitado recientemente dándome una estupenda sorpresa y mucha alegría. Se ha llevado a Italia alguna recetilla más y creo que ésta, aunque no es dulce, le gustará. Esto no es una paella, es una de las recetas estrella de mi madre y sé que a ella le hubiera gustado dártela, como le gustó mandarte la de la paella para tu hermano. Aunque parezca que tiene muchos ingredientes, es una receta muy fácil y sabrosa.
A cambio, Anna Maria me ha dejado su receta del spritz, un aperitivo sorprendente que publicaré muy pronto, prontísimo ;)
Música recomendada: Tu vuo' fa l'americano (Renato Carosone, 1956)
Ingredientes:
(4-5 raciones)
400 g de arroz redondo
350 g de pollo troceado
150 g de gambas arroceras
2 dientes de ajo
1 zanahoria
5 judías verdes
2 cucharadas de guisantes congelados
800 ml de caldo de cocer verduras (judías verdes, acelgas, brécol)
200 ml de caldo de cocer cáscaras de gambas
5 cucharadas de tomate triturado
colorante alimentario para paella o azafrán
sal
aceite de oliva virgen (unas 4 cucharadas)
Preparación:
Lavamos y secamos los trozos de pollo con papel de cocina.
Calentamos el aceite en una cazuela y doramos el pollo.
Añadimos la zanahoria pelada cortada en rodajas, los dientes de ajo pelados (enteros) y las judías verdes. Salteamos y añadimos el tomate triturado (puede ser entero pelado). Dejamos un par de minutos y añadimos el caldo de verduras y el de gambas. Cocemos unos 20 minutos, hasta que el pollo esté hecho.
Incorporamos el arroz, espolvoreamos con un poco de colorante alimentario o azafrán tostado y majado y cocemos unos 15-20 minutos (depende del tipo de arroz), añadiendo agua si hiciera falta. Unos 5 minutos antes de terminar la cocción añadimos los guisantes congelados y las gambas.
Debe quedar meloso, ni seco ni caldoso y servimos inmediatamente para evitar que se pase el arroz.
Nota: tener caldo de verduras es fácil si lo congelamos en frascos o cubiteras cada vez que preparemos verduras (no guardo el de repollo ni el de coliflor, por ser muy fuertes).
El caldo de gambas puede ser de repaso, es decir, si cocemos cáscaras de gambas para otra receta, podemos volver a añadir agua, un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva y hervir otros 10 minutos y congelar.
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