Todavía podemos disfrutar de fresas de temporada y preparar un postre fresco y vistoso como éste. La espuma de yogur queda con textura de mousse y la crema de balsámico resalta el sabor de las fresas. No hay que encender ningún fuego, horno o electrodoméstico y queda fantástico como postre ligero.
Eso sí, necesitamos un sifón de calidad para obtener una espuma decente. Cuanto más frío esté el sifón, más cuerpo tendrá la espuma, pero nunca se debe meter en el congelador. Con dejarlo en el frigorífico la noche anterior será suficiente para tener una espuma consistente.
Hay ya más de un fabricante de sifones y los podemos encontrar en dos tamaños: de 1/2 o de 1 litro. Con el de 1/2 litro tendremos para 4 raciones y con el de 1 litro para 6 u 8.
La receta de la espuma de yogur es la que viene en el libro "La comida de la familia", de Ferrán Adriá.
El glasé de vinagre a la frambuesa lo podéis encontrar en grandes superficies y se puede sustituir por crema de balsámico.
Música recomendada: Strawberry Fields (The Beatles, Magic Mistery Tour, 1967)
Ingredientes:
(1 l: 6-8 raciones)
6 yogures naturales (750 g)
200 ml de nata de montar (35% m.g.)
2 cucharadas de azúcar glas
400 g de fresas (unas 4 por ración)
Glasé de vinagre a la frambuesa (o crema de balsámico)
Preparación:
Mezclamos muy bien el yogur con la nata y el azúcar y pasamos por un colador.
Echamos la mezcla en el sifón, colocamos las cargas de aire y enfriamos durante varias horas, mejor si lo hacemos la noche anterior (nunca en el congelador).
Lavamos las fresas y les retiramos el pedúnculo con la punta de un cuchillo. Las cortamos en dos longitudinalmente. Reservamos.
Agitamos bien unas 4 ó 5 veces y servimos la espuma en el fondo de unos vasos anchos, colocando el sifón lo más vertical posible.
Colocamos unas fresas sobre la espuma y decoramos con el glasé de vinagre o crema de balsámico.
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