El pan está tan bueno que lo he hecho en incontables ocasiones, con semillas y pipas, sin ellas, y la última prueba, con harina de espelta integral, es la que más me ha gustado. Tiene una corteza muy fina, crujiente, y la miga resulta muy ligera, como la del pan de molde, y un gusto muy agradable con un ligero toque anisado por las semillas de alcaravea y eneldo. Se ha convertido en mi favorito y espero que os guste tanto como a mí.
La harina de espelta integral ecológica que véis en la foto es de Aldi. No lo tienen siempre y espero que vuelvan a traerlo pronto porque me llevé los dos últimos paquetes que quedaban y se me está terminando ya. Si no tenéis harina de espelta, podéis hacerlo con harina integral, pero la cantidad será de 3 tazas en lugar de 4. De todas formas, vigilad que la masa quede suave y elástica y añadid algo de agua o harina en función de la textura.
Música recomendada: Stay with me (Sam Smith, 2014)
Ingredientes:
(para un pan pequeño, de unas 10 rebanadas)
1 taza de agua templada
2 cucharadas de aceite de oliva virgen
1/2 huevo L batido
2 1/4 cucharadas de miel ecológica
1 cucharadita de sal
1 1/4 cucharadita de levadura de pan
4 tazas de harina de espelta integral (ecológica)
1/2 cucharadita de semillas de eneldo
1/2 cucharadita de semillas de alcaravea
Harina de espelta integral Gutbio, de Aldi |
Preparación:
Echamos los ingredientes en el recipiente de la panificadora en el orden que recomienda el fabricante (normalmente, líquidos primero y sólidos después), salvo las semillas, y seleccionamos el programa básico, 700 g, dorado medio.
Vigilamos el amasado por si la masa necesitara más agua o harina y añadimos si hiciera falta.
A la señal acústica, añadimos las semillas a la masa y dejamos que continúe el amasado.
Paramos cuando le queden 20 min de cocción al pan si comprobamos que está hecho pinchándolo con un palo de brocheta.
Dejamos enfriar sobre una rejilla. Imprimir receta
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